
Diana es una organizadora, trabajadora de salud comunitaria, aprendiz de partera, trabajadora de justicia lingüística y practicante de salud pública que trabaja en diferentes frentes para construir nuestra capacidad colectiva de organizarnos y cuidarnos unos a otros. Su propia experiencia vivida de haber sido criada en la frontera de Tijuana y más tarde como una especie de migrante indocumentada creciendo en la anti-inmigrante llamada Arizona fue su punto de entrada en el movimiento de justicia migrante, el trabajo de salud comunitaria, la lucha contra la represión policial y el trabajo de solidaridad con los presos.
Es miembro fundador de Puente Human Rights Movement, miembro fundador de Phoenix Allies for Community Health y fue presidenta del comité de miembros de Families for Freedom en Nueva York. Ha participado en el movimiento para abolir la esclavitud carcelaria, incluido el apoyo a las huelgas de prisiones de 2016 y 2018 y la liberación de los presos políticos estadounidenses. Su otra pasión consiste en organizar y elevar el papel de los pares en el trabajo de atención y el trabajo de la fuerza de trabajo de los trabajadores comunitarios de la salud en los diferentes entornos en los que construyen comunidades más fuertes y resistentes.